miércoles, 20 de diciembre de 2006

Jaleas y Mermeladas: sabores modernos y texturas tradicionales



Jaleas y Mermeladas : sabores modernos y texturas tradicionales

Uno de los aspectos más estimulantes en la elaboración de conservas dulces es la posibilidad de aportar nuevos sabores de la gastronomía moderna a los métodos tradicionales. De las conservas se pueden obtener muchas delicias culinarias, como las conservas combinadas con croissant para el desayuno, las suaves confituras para untar en suntuosos pasteles y las ligeras mantequillas de fruta, que resultan aún más deliciosas cuando se preparan pensando en los gustos modernos.

Completar los sabores de las frutas.

La combinación de distintas frutas es la manera clásica de aportar un contraste de sabores a una conserva; aunque también el uso de hierbas, especias, nueces y flores tiene una larga tradición.
Hierbas: Las conservas clásicas de hierbas son gelatinas agridulces pensadas para ser servidas con platos salados. Menta, tarragón, tomillo, salvia, romero y ajedrea; todas ellas resultan excelentes en gelatinas con base de manzana o de cítricos. Puede lograrse un sabor típicamente mediterráneo con hierbas llenas de fragancia, como el orégano en la gelatina de limón o una mezcla de tomillo y tarragón en la gelatina de membrillo. Estas hierbas resultan excelentes cuando se mezclan con cordero o carne de caza y también añaden vigor cuando se usan en salsas para aderezar aves o verduras antes de asarlas en la barbacoa.
Especias: Los clavos y la canela son ingredientes esenciales en muchos tipos de gelatinas con base de manzana y en mantequillas de frutas. El cardamomo, las estrellas o la simiente de anís, el hinojo y la alcaravea pueden utilizarse también para añadir sabor a gelatinas y mantequillas. Las especias de sabor más fuerte deben combinarse con frutas de igual intensidad, como las naranjas, limas, naranjas de la china y mangos, para elaborar gelatinas aderezadas con vinagre o mantequillas suaves de frutas.
Frutos secos
: Los copos de almendra rallada son tradicionales en confituras de frutas con hueso; mientras que las nueces (todas: de Brasil, macadamia, nogal y nogal americano), los pistachos y las avellanas pueden añadirse a confituras dulces. Es importante saber que este tipo de confituras deben consumirse dentro de los 2 ó 3 meses siguientes a su elaboración; ya que algunos frutos pueden volverse rancios si se almacenan durante mucho tiempo.
Flores:Los sabores de flores quedan perfectos en conservas suaves y en gelatinas, y también realzan el sabor de la fruta suave, como la frambuesa. El agua de flor de naranjo y el agua de rosas constituyen una elección acertada; mientras que los pétalos de rosa fuertemente aromatizados son los principales ingredientes de las conservas suaves tradicionales en el este de Europa.

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